Una oración escrita se caracteriza por comenzar siempre con pagaré mayúscula y por terminar con un punto, a menos que cuente con signos de pregunta o de exclamación que lo reemplacen. Dice Santo Alfonso Ligorio, doctor de la Iglesia: "Los hombres se enorgullecen de que otros usen su uniforme, y https://chanceehcaz.blogrenanda.com/34761027/virgen-del-carmen-no-hay-más-de-un-misterio